Originalidad :)

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jueves, 15 de diciembre de 2016

Un rincón recóndito

Últimamente vivo en una isla, la única tierra seca en un mar de productividad, y soy la única que no sabe nadar. La isla se llama frustración, y aunque supongo que no es la única del mundo, sí que está bastante aislada. Mi curiosidad murió de hambre y sin ella la motivación ha perdido el rumbo y las ganas de luchar. Estoy aquí atrapada sin idea de cómo salir. O fuerzas para adentrarme a mar abierto.
Por las noches las estrellas brillan lejos con ecos de nostalgia, su luz perdida a millones de años luz de casa, y yo me pregunto dónde está mi luz y si al menos ella ha encontrado una casa.
Al principio empezó tan sutilmente que cuando por fin me di cuenta del cambio ya era algo natural. ¿Llego demasiado tarde? Por el camino se ha quedado la imagen que solía tener de mi misma; la ideal e invulnerable, la perfecta persona que algún día sería. Me ha dejado aquí sola, aislada, alejada del resto; de los que saben continuar con su vida y no tienen miedo al agua. Me ha dejado con preguntas incontestables y una pila de sentimientos que me había prometido no sentir.
Ojalá hubiera alguien en esta isla a quien pasar el peso de la culpa, porque esta soledad se clava a fuego en mi espalda, mi conciencia no descansa y mi pecho sigue sintiendo a su pesar. Solo quedan las canciones con las que nunca había planeado identificarme, su letra dolorosamente cercana y real, más real que nada que el sol o el cielo guarden, más real que lo que alguna vez sentí que era mi hogar y era solo falsa estabilidad emocional.
Una mentira. La promesa de una yo en la que ya no creo. He dejado de creer en mí misma.
Y me he abandonado aquí.

jueves, 13 de octubre de 2016

Caperucita - Ismael Serrano

https://www.youtube.com/watch?v=4LSuu8-_XSk




Caperucita sólo tiene dieciséis 
primaveras sin flores, papá le dice: "Ven. 
Caperucita eres joven y tienes que aprender

a ocuparte de la casa, que serás una mujer.

Para que seas buena esposa
y no envejezcas sola,
en la cama y la cocina has de saber
alegrar a tu marido y cuidar a cada hijo,
que te atrapa tu destino,
que has de ser madre y esposa".

Y la pobre Caperucita llora.
"Quiero volar, lejos de aquí escapar.
Dime, mi bien, quién me llorará
si me dan alas y echo a volar.

Quiero dormir, no quiero despertar,
quiero ser la lluvia al otro lado del cristal,
quizás alguien me espere en la oscuridad".

Una fría tarde Caperucita iba
a casa de su abuela a llevarle comida,
cuando se encontró con un lobo feroz.
Dime dónde vas niña, que te acompaño yo.

La muchacha se supo perdida;
gritaba Caperucita,
mientras la devoraba el lobo.
Bajo la falda del vestido
estallaron los dormidos
sueños que en la noche
la mantenían viva. Pobre Caperucita.

"Quiero volar, lejos de aquí escapar.
Dime, mi bien, quién me llorará
si me dan alas y echo a volar.

Quiero dormir, no quiero despertar,
quiero ser la lluvia al otro lado del cristal,
quizás alguien me espere en la oscuridad".

Una gris mañana Caperucita se casó,
vestida de blanco, bella como una flor.
Su marido, muy elegante, otro lobo feroz,
y su padre orgulloso lloraba de emoción.

Ahora, cada noche el lobo la devora,
clava sus dientes, y llora;
Caperucita, mientras, espera a que un aullido
le diga que el dormido animal despertó,
después descansa tranquilo
el malvado lobo feroz.

La cara de Caperucita alumbra una sonrisa
mientras mece una cuna. En ella está una niña,
quizás futura oveja para un lobo feroz,
a no ser que afortunada la rescate tu amor.

Caperucita la arrulla contra el pecho
y un murmullo lento y lleno
de esperanza y vida,
canta Caperucita.

"Quiero volar, lejos de aquí escapar.
Dime, mi bien, quién me llorará
si me dan alas y echo a volar.

Quiero dormir, no quiero despertar,
quiero ser la lluvia al otro lado del cristal,
quizás alguien me espere en la oscuridad.
Quiero volar".

Fuente(s): letrasmania.com

sábado, 1 de octubre de 2016

No digas adiós

Sin darnos cuenta, hemos crecido. Sin pretenderlo, hemos cambiado.
Ahora toca aprender a vivir con ello y no mirar atrás con remordimiento, sino con orgullo. Haber llegado hasta aquí es lo importante, aunque eso haya significado abandonar Nunca Jamás. Hasta pronto, Peter; guarda nuestras aventuras y sueños infantiles. No quiero que me sigas en este camino, todo aquello pertenece ahora a los recuerdos, y los recuerdos son lo único que permanece inmutable en la senda del tiempo que me ha tocado recorrer.
Me habría gustado quedarme para siempre, y ahora que me voy, sé que nunca más voy a volver. Porque la infancia tiene que quedarse en el pasado si pretendo sobrevivir en este viaje y no ahogarme en la magnitud de lo que ya no soy. Te encargo a la niña que fui, puede quedarse, el mundo es un lugar demasiado frío para ella. Déjale que siga creyendo en la magia. Que siga soñando, que siga viviendo aventuras. Que una de las dos lo haga.
Porque yo tengo que seguir adelante para que ella se pueda quedar allí, contigo. Llevármela sería una tragedia. Sería renunciar a mi infancia.
Así que ella se queda, y nunca tendremos que despedirnos. Porque despedirnos significa irse, e irse significa olvidar.
Y yo no quiero olvidar. No es eso lo que significa hacerse mayor.
Hacerse mayor es comprender que el niño que fuimos seguirá viviendo eternamente en Nunca Jamás, en nuestros sueños infantiles, y que no tenemos que forzarle a madurar, ni tratar de vivir esos sueños por él cuando ya hemos crecido demasiado.

domingo, 22 de mayo de 2016

Desesperanza

Salir a la calle y comprobar que nadie
Se para a echar unas monedas al pobre,
Que en la cola del paro apenas hay aire,
Que los poderosos se pasan sobres.

Salir a la calle y notar el desprecio
Al que vende pañuelos apostado en un semáforo,
Mientras se oyen aplausos en la plaza de toros.
¡Por matar a un animal lo vitorean, serán necios!

Ver lo que hace mal uno mismo
Y luego escuchar lo que dice la sociedad.
Resulta que ahora se lleva el egoísmo.
¿Se supone que lo he de aguantar?

No sé explicarme correctamente;
No sé como decir que el mundo da asco
Sin que suene cínico y prepotente,
Y no sé si hacerlo sirve de algo.

¿Por qué es tan difícil cambiar?
¿Por qué hay que aguantarse,
Ante las injusticias, callar,
Y seguir tú solo adelante?

¿Por qué señalamos errores ajenos,
Sin fijarnos en nuestro propio patio?
Si se vieran más gestos de corazón, de los buenos;
No sería tan triste ver la tele, escuchar la radio.

Da igual que haya personas que aún se esfuerzan,
Que pelean en silencio por mejorar el panorama;
Da igual, porque aquí lo que cuenta
Es el dinero que se gana.

¡“Poderoso caballero es don dinero”
Decía un verso no tan mal encaminado!
Darle la razón, eso es todo lo que puedo
Hacer cuando mi esperanza se ha agotado.


Por Cristina

domingo, 14 de febrero de 2016

Procrastinación

Procrastinación.
O el arte de fingir que tu corazón aún late.
Ocultar el dolor entre tabletas de chocolate.
Dejar para otro momento la incómoda situación.

Tantas cosas en la cabeza, tan pocas manos para todas,
Que ni el tiempo alcanza a abarcarlas por completo,
y mientras, perdida entre las páginas de este cuento
ves pasar sin remedio las horas.

Bloqueo mental, ansiedad, rabia,
No entender el porqué de tus actos,
dejarte llevar por el mar de palabras
y perder entre excusas los motivos sensatos...

¿Qué más da cuánto sumen dos y dos?
¿Qué te importa la letra de esa canción?
Te despiertas de este sueño de confort y seguridad,
para ver que aunque estés rota, el mundo sigue igual.

¿De qué sirve el propósito si el medio no alcanza?
La energía se agota, la motivación nunca existió.
¿Cuál es el medio cuando el propósito nos falta?
Pones parches para tapar la falta de ambición,

Pero lo cierto es que el vacío sólo crece en tu interior,
Y te preguntas por qué dejas pasar las horas
Sin arreglar el roto que sabes aún pendiente;
Te preguntas por qué las respuestas se pierden
En el tiempo que gastas sin darte cuenta de tu error.

No sabes qué hacer para cambiar el mundo;
Ni si el mundo espera ser cambiado;
Ni si das la talla para salvar lo que queda
De este corazón perdido y desgastado
que sufre por no entender qué se espera
de él, cuando sólo busca ser justo
y encontrar su oportunidad de hacerse ver.

Por Cristina

martes, 24 de noviembre de 2015

The Kids Aren't Alright - The Offspring


Como que a veces te da la sensación de que estás en la cima y al segundo siguiente te encuentras cayendo al vacío. Como que somos humanos y destrozamos cualquier expectativa que nos podamos formar de nosotros mismos. Como que debimos habernos quedado en Nunca Jamás cuando Peter nos dio la oportunidad, porque ahora ya no hay futuro ni marcha atrás, ahora sólo queda madurar y olvidar las falsas esperanzas que nos hicimos en la infancia.

https://www.youtube.com/watch?v=VrZ4sMRYimw



When we were young the future was so bright
(Whao)
The old neighborhood was so alive
(Whao)
And every kid on the whole damn street
(Whao)
Was gonna make it big in every beat

Now the neighborhood's cracked and torn
(Whao)
The kids are grown up but their lives are worn
(Whao)
How can one little street
Swallow so many lives?


Chances thrown
Nothing's free
Longin' for what used to be
Still it's hard
Hard to see
Fragile lives, shattered dreams, yo


Jamie had a chance, well she really did
(Whao)
Instead she dropped out and had a couple of kids
(Whao)
Mark still lives at home 'cause he's got no job
(Whao)
He just plays guitar and smokes a lot of pot

Jay committed suicide
(Whao)
Brandon OD'd and died
(Whao)
What the hell is going on?
The cruelest dream, reality


Chances thrown
Nothing's free
Longin' for what used to be
Still it's hard
Hard to see
Fragile lives, shattered dreams, yo


Chances thrown
Nothing's free
Longin' for what used to be
Still it's hard
Hard to see
Fragile lives, shattered dreams




Fuente: metrolyrics

jueves, 19 de noviembre de 2015

La guerra, la guerra nunca cambia

Recemos por París. Una frase sencilla y sin más intención que la de solidarizarse con lo horribles atentados que tuvieron lugar la fatídica noche del pasado 13 de Noviembre (viernes, como los más supersticiosos se empeñan en recordar.) ¿Hace falta que dé yo también los pormenores de la tragedia? A estas alturas, ya sea por los medios de comunicación, por la prensa o por el boca a boca, todo el mundo se ha enterado de la noticia. Las redes sociales arden con el hastag con el que he abierto esta entrada.

Pero ¿entonces, os preguntaréis, qué hay que contar? ¿Qué hay de nuevo? ¿Qué hay de relevante en lo que yo tenga que decir?
Bien, la importancia de mi opinión la dejaré a juicio personal; pero aún puedo responder el resto de preguntas.

Sucede que, casi al mismo tiempo que la noticia se extendía de click en click por todos los continentes, una segunda corriente de pensamiento se abría paso entre los receptores de este descorazonador mensaje. Protestas contra la hipocresía de esta sociedad que tan simpatizante se acababa de mostrar con lo sucedido en París, pero que ya hacía tiempo que prestaba oídos sordos a los estragos de la guerra en Siria. Voces clamando la injusticia del olvido a la que el vertiginoso ritmo de vida de nuestro egoísmo ha sometido los diversos conflictos que tienen lugar en Oriente Medio.
Y no me malinterpretéis, no pretendo mostrar ninguna clase de maldad oculta en estos actos; sino más bien todo lo contrario. El mundo demanda atención, y es deber nuestro dársela. Pero este malestar general, derivado del hecho de que los pastores hayan desviado la atención del rebaño de las crisis bélicas en marcha, no debe cebarse con los atentados de París para apaciguar su ira. No es racional comparar ambas cosas.
Menospreciar la muerte de más de cien personas simplemente por su nacionalidad, ¿es eso justo? ¿Debemos dejar de sentir lástima, pena, compasión; sólo por el sueldo que cobraban, por el tipo de música que escuchaban? ¿Debemos indignarnos de que se muestre empatía simplemente porque ha ocurrido en Occidente? Y sí, soy perfectamente consciente de que esto se aplica igualmente a los países donde se está librando ahora mismo la Yihad; pero a veces olvidamos que no por ello debe dejar de aplicarse en los países del "Primer Mundo" (que es el primero en todo. Xenofobia incluida.)

La guerra se ha cobrado demasiadas vidas. No tiene sentido obviarlo. Vidas inocentes y no tan inocentes, vidas jóvenes y viejas, vidas tristes y felices. Cada minuto que pasa, cada bomba que cae, cada bala disparada, el número aumenta. En Siria, en Irán; en todas partes. Ataques y atentados y sangre derramada. Llamadlo como queráis. Esto es la guerra. Y la guerra, la guerra nunca cambia.